¿Sabes que las flores también se comen?
Seguro que lo has oído alguna vez, pero no te has parado a pensar que muchas flores, algunas de las que conoces o ves a menudo, también se comen.
Muchas de ellas se comen desde la antigüedad, pero en la cocina tradicional, que que todos hacemos en casa, no es muy habitual.
Flores como las de calabacín, los pensamientos, camomila, caléndula, hibiscus, rosas, violetas, son algunas de las que utilizan algunos profesionales de la cocina.
Muchas de estas flores comestibles las vemos en muchos jardines de nuestras casas o en el campo, pero para ello hay un sector que ya se dedica al cultivo especializado para este fin.
En alguna ocasión a mi como florista alguien del sector de la hostelería me preguntó que si podía servirle unas determinadas flores para su cocina, pero no me fue posible, porque los canales de comercialización que tenemos los floristas son para flores con uso decorativo, y las flores comestibles se comercializan desde el sector ligado a la alimentación.